En Septiembre del pasado año 2012, una mañana, apareció
por nuestras instalaciones, "El señor Antonio".
Antonio es el padre de Pedro y Marco propietarios de Puymagar, almacén
de puertas y maderas situado en Guareña. El señor Antonio es un carpintero
jubilado que ha desarrollado su labor en la localidad, fue propietario de una
fábrica de muebles y de otra de fabricación de molduras, en fin, toda una vida
dedicado a la madera.
Este buen hombre, siempre tuvo el sueño de poder donar unos bancos
nuevos a la parroquia de su barrio, "la parroquia de San Gregorio"
pero nunca tuvo tiempo y nadie le animó ni ayudó, ahora, jubilado, piensa que
es el momento de hacerlo, pero claro, ya no se encuentra con fuerzas ni medios
suficientes para hacer determinados trabajos, así que nos pide nuestra
colaboración para participar en el proyecto, a lo que tanto mi compañero Marco
como yo, decidimos aceptar
Nuestra labor consistirá en el recorte de piezas y calado de
faldones con la máquina CNC instalada en el taller, el nos proporcionará todos
los útiles necesarios y por supuesto la materia prima (madera de pino tea de 38
mm de grosor.) para que a nosotros no nos suponga ningún esfuerzo económico.
Partimos de los planos que ha realizado "a mano alzada"
el hermano de Antonio, una verdadera obra de arte. Lo primero que hago es
digitalizar todos los planos y mediante el Autocad retocarlos para poder
elaborar los programas "maquina".
Una vez preparados los programas máquina, y con el material ya en el taller nos pusimos manos a la obra. Comenzamos con el calado de los faldones que iran colocados debajo del asiento, existen 5 largos diferentes por lo que aunque es el mismo dibujo tienen pequeñas modificaciones. Los calados los hicimos con una fresa de recorte de 8 mm de diámetro, realizando varias pasadas.
Con una fresa de grabado de 45º realizamos las decoraciones que llevará en los laterales de los bancos, en este dibujo se muestran unas aplicaciones decorativas en las que se representa la S y la G de San Gregorio,
Cuando terminamos nuestro trabajo le pasamos todas las piezas a António, el junto a su sobrino, fueron los encargados de terminar el trabajo, añadieron las zapatas a las patas, tiñeron y barnizaron todas las piezas, aplicaron esmalte color hueso a las tallas decorativas y montaron los bancos en la parroquia.
... Y así quedaron...
Ahora los feligreses si que estarán cómodos...